10 años en la red



El tiempo en internet fluctúa de una forma distinta al mundo cotidiano. Aquí todo trascurre más rápido, en una aceleración constante, vertiginosa, así que no es de extrañar que diez años vistos desde la locomotora de la información me parezcan ahora una eternidad.

Fue en 2002 cuando nació mi página personal. Era la primera ventana que abría al reino digital, aún muy recóndito por aquel entonces, con la intención de expresar y compartir las inquietudes que la juventud me hacía arder por las venas. Era sin duda una declaración de intenciones, una definición del mozuelo que intenta reafirmar su individualidad, como quien cuelga un cuadro en la pared. No era algo común, internet aún tenía poca implantación en la sociedad española, y resultaba muy estimulante ir descubriendo y creando el monstruo cebado en que se ha convertido.

De las primeras versiones de la web no he conseguido recuperar los archivos. Un pasatiempos sin importancia, pensaba entonces, demasiado banal para conservarlo. Pero el tiempo es un ente que otorga valor a todo aquello que va cubriendo con su fina capa de polvo, y ahora sé que las tonterías de hoy pueden llegar a convertirse en los incunables del mañana. Aun así, la versión 3.1, la más antigua que he podido recuperar, tiene el mismo contenido y estructura que las anteriores, modificándose sólo la estética.

Relatos, fotografías, vídeos… un escaparate de los talentos y esperanzas de un joven artista. ¡Solo loco! ¡Solo poeta! Reza la cabecera en referencia a un poema de Nietzsche con el que me sentía identificado. Cabe destacar la sección “Hall of Fame”, donde iba recopilando las frases más célebres y absurdas de la gente de mi entorno. De Enric, el técnico informático, y de Gálvez, mi buen amigo y dependiente de la tienda donde pasaba las horas. Aun leyéndolas ahora me río. Pondremos pues, algunas a modo d ejemplo:

«NO USAR EN CUNAS, CAMAS, COCHECITOS DE BEBÉS O CORRALITOS. ESTA BOLSA NO ES UN JUGUETE.»  Libro de instrucciones Airis, portátiles peligrosos. 12/12/2001

«NO CERRÉIS TARDE QUE TENGO QUE VENIR ANTES.»  Enric, siempre trabajando. 10/11/2001

«SE DIO CUENTA QUE ERA EL HERMANO DE MI HERMANO.»  Gálvez, mente en estado gaseoso. 31/12/2001

«A VECES HAY COSAS MÁS IMPORTANTES QUE LAS COSAS QUE LO SON.»  Steve Wozniak, amigo de Bill Gates.

«LAS RELACIONES SON COMO UNA “H”, CUANDO DAS ES PARA RECIBIR, A NADIE LE GUSTA SOLO DAR. SOY UN FILÓSOFO INCOMPRENDIDO, SOY UNA METÁFORA» Ferran, no le entienden. 13/03/2002

«BECAUSE THE SANG NO ARRIVE TO THE RAING»  Enric, “que la sangre no llegue al río”. 6/06/2002

«AH, ¿ASÍ QUE TE VAS A PRAGA? ¿A FUMAR PORROS EH? AH, NO, ESO ES HOLANDA… ¿A COMER SALCHICHAS, EH? AH, NO, TAMPOCO… BUENO, ¿DÓNDE COÑO ESTÁ PRAGA?»  Gálvez, ciudadano del mundo.

Otra sección de la web primigenia que tenía el beneplácito del público era “el Bestiario”, un mosaico con las caras de mis amigos y conocidos, literalmente un “facebook”. Era una forma embrionaria y estática del concepto de red social, un monstruario de las relaciones que emanan de una persona, aunque donde yo me lo comía y yo me lo guisaba.

Se podían descargar mis relatos, mis fotografías, y aquellos primeros pinitos en el mundo del cine con cortos de confección analógica, artesanal, y ciertamente pegajosa. Sin un youtube que los alojara tenían que ser descargados para poder ser vistos. ¡10 años y de qué forma han cambiado las cosas!

La siguiente versión de la web ya empezó a incluir contenido dinámico, con una interface más moderna, realizada en flash y que cargaba noticias, un blog y un abandonado foro. En conjunto intentaba ser menos intimista, e incluir un portafolio artístico que ayudará a mi incipiente carrera como diseñador. El hecho de que apareciera yo a un lado haciendo el boniato solía sorprender, en un momento donde el flash y las animaciones en las webs eran muy escasas, sin contar los horripilantes gifs animados que plagaban muchos hijos de geocities.

 

El cambio definitivo se produjo en 2008, con la creación del blog wordpress, centrándome en los contenidos dinámicos, en los artículos y una periódica actualización. “Oceanos de palabras”, así se titulaba el blog de la versión anterior y así quise titular esta nueva sinergia en la web. Llevaba mucho tiempo, desde mi más tierna infancia (escribí mi primer libro con 13 años), redactando cápsulas de opinión y fantasía que se quedaban olvidadas en disquetes de 3 ½, o en el mejor de los casos, en carpetas perdidas de ruta imposible. Poder vomitar esas ideas de una forma ágil y sencilla era lo que buscaba, siendo sin duda internet el mejor vehículo para que por capricho divino, quizás algún día alguien me leyera.

Desde entonces he ido creando este cajón de sastre, modificando la estética y la estructura varias veces. Hoy, que escribo estas líneas, he vuelto a adaptar el blog a mis necesidades actuales, queriendo potenciar la ardua empresa de los podcast que hace algún tiempo emprendí. Mucho trabajo queda por delante, los cambios nunca terminan y cada vez requieren de más asiduidad delante la pantalla, pero queda el orgullo de ver crecer el engendro que vas creando poco a poco, tal que un niño, un mocito que ya dice sus primeras palabras y cualquier día se pondrá a andar.

Pero la retrospectiva siempre lleva consigo una cierta añoranza, la melancolía de la aparente simplicidad del pasado. Es inevitable comparar lo que somos con lo que fuimos, que se ha quedado en el camino y que metas hemos alcanzado. De la primera versión de la web, de hace diez años, he recuperado una sección donde a través de fotografías y prosa en tono poético relataba el estado existencial de aquel periodo. Leyéndolo veo que en algunas cosas no he cambiado nada. En otras, no me reconozco. En cualquier caso, no me toca a mí juzgarlo. Seguramente, ni tan solo a vosotros. El tiempo. El tiempo juzgará.

 

EXTRACTO DE LA WEB DEL 2002:

Tanto trabajar, haciendo dibujitos y perdiendo la poca vista que me queda, no puede ser nada bueno. Por las noches taquicardias disonantes y antojo de blue trópic, es todo lo que buenamente podré conseguir. Pero ¡Qué diablo brujo fue tan grande como Athila! …cuya sangre fluye por mis venas… Y me acuerdo de todo lo que hacía, y lo que pudo haber sido, pero no fue.

Así que me decido a restudiar esos polvorientos libros de historia, que me comí hace demasiado tiempo, y apenas recuerdo levemente el sabor. ¿Podría haber sido un gran historiador? Un arqueólogo tenaz y aventurero, como el Dr. Jones, aunque seguramente si de pequeño hubiera visto más a Popeye, ahora querría ser marinero tarugo.

Pero seguro que acabaría volviendo a trabajar en el dichoso Mc Roñals, cogiendo bigmacs del suelo “al vuelo”, y jugando con las pistolitas de salsa. En tal caso, y vistas las expectativas, mejor no me agobio, y me voy a fumar porros…

Sin embargo, esta vida crápula, carente de rumbo, me está marchitando los músculos y echo en falta esos montajes de farándula a lo medioevo, ese frío gélido matutino, mientras practicábamos con el acero combates prefabricados.

Pero el tiempo pasa inexorablemente, y las cosas cambian…

  …y Alicia se está haciendo mayor…

Y ahora siquiera veo la luz difusa de una existencia impresionista, ya que hace tantos sábados que no empuño una claymore, que todo aquello se perdió en la marea del oscuro Ponto, rico en peces.

Y rezo a los dioses, con tal de aplacar su ira. Quizás debiera sacrificar un carnero para que sus miradas me sean ventajosas, pero abandono rápidamente la idea al ver que en la nevera sólo tengo una butifarra y una pata de conejo pasado. Además, sin querer ofender a Zeus, las libaciones de vino son un desperdicio, a no ser que sea Don Simón, y la noche esté demasiado cansada y borracha como para seguir huyendo de la realidad.

Se me hincan las ganas, y zarbuzco a manotazos este lienzo mal pintado, y no miento si digo que a veces grito, y que alguien me ha visto llorar. Aunque la vida no se detiene, por mucho que le pidamos año tras año, cinco minutos para recapacitar. Y sin tener otra opción que la de tirarse a la piscina, me zambullo en este juego, del que empiezo a vislumbrar las normas.

Algunas hiervas medicinales nos hacen reír, en noches de verano, calurosas y húmedas, pues la vida en Gràcia es sosegada, y se pasa sin prisas, yendo a comprar el pan y el diario los luminosos sábados por la mañana, y tomando un café a media tarde.

Sin embargo, la noche es más agradable acompañada de soma, la hidromiel de los poetas, y pese a que a estas alturas ya nos jugamos la vejez, no dudamos en hacer unas copichuelas antes de ir a dormir.

Y los recuerdos se vuelven difusos, y se olvidan las penas, y se diluye la mente, ¡Y se despierta el genio ! Y hacemos rimas asonantes con nuestras vidas, con tetas y con culos,  cantamos sin sabernos la letra, y brindamos por las mujeres, el vino, y el que invita.

A veces me pregunto si podría el hombre vivir sin Loki, sin alguien que hiciera a trasnoche un chiste burlón de todo esto.

Y aquí estoy, ahora, después de tantos veranos y tantos inviernos, practicando kung-fu cada día y trabajando de sol a sol. Quién me hubiera dicho, hace años, que la línea se retorcería sobre si misma, y nada sería lo que tenía que ser.

Tras mutación, nace un engendro más fuerte que la misma ira, y los conceptos se mezclan como en la paleta de un pintor. Rojo que se satura, y se aclara poco a poco, pues es su naturaleza el ser un color suave; azul, que brilla en el interior de un diamante, azul cielo, tan inmenso, y tan bondadoso, que le da miedo volver a hablar; verde, verde musgo, de aquel antaño, de los recuerdos, de los páramos zafios, de la tundra y el sol.

A Dios le pido, que todo siga este extraño curso, inesperado e inmenso, que me hace frotar los ojos, y pellizcar a quien tenga al lado.

Tan sólo le pido, además, un beso de amor verdadero, dado que es tan caro últimamente el amor, que no ahorro en disgustos. Por lo menos, siempre nos queda el arte, el amor a Rita, a la urdimbre cósmica que nos deleita con su música, con luces y sombras que ningún ojo puede apreciar, siquiera una mente.

La pupila se dilata, y espera poder captar un atisbo de este gran rompecabezas, donde ganar es una cuestión de vida o muerte.

Siempre nos queda la opción de dejarlo estar un rato, para que se calme el oleaje. Podemos tomar un té, y cortar un par de hojas a nuestro bonsái.

Ni que, no soltemos el timón, eso nunca, aunque sepamos que la dulce muerte tiene las de ganar, que digan: fue un gran combate, y luchó hasta el último aliento.

Quizás no volvamos a luchar, nunca jamás, después de que suene el gong, pero a veces se puede vencer sin haber dado el golpe final.


Mientras tanto, aprendamos. Siempre hay tanto por aprender… que muchos tiran la toalla antes de saber nada. Y sin nos queda tiempo, expliquemos un chiste, riamos,  y bebamos a la salud de los grandes, mientras nos quede una brizna de sangre caliente en las venas.

Pero no hagáis ruido… ¡Tsss…! La noche se yergue en su cenit, y los más, duermen, soñando plácidamente una oniria de la que no quieren despertar; no hagáis ruido, sólo se trata de un pobre loco, sólo un loco, sólo un poeta.


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