La esencia de la Realidad: la infinita Realidad



Para estudiar la naturaleza y dinámica de la Realidad primero debemos esclarecer su composición, qué es y de qué está hecha. A nivel primario, su esencia ha de ser por imperativo lógico la misma Realidad. La Realidad está hecha de Realidad, y las implicaciones que se derivan de ello nos esclarecen su sentido y naturaleza.

Para demostrar o refutar este teorema tenemos dos anunciados posibles, el primero (A) “la Realidad está hecha de Realidad”, y el segundo y contrario (B) “la Realidad no está hecha de Realidad”.

Si   (A) es verdadera (B) es falsa porque (B) = ⌉ (A), y si (B) es verdadera (A) es falsa.

(B) implica cualquier otra manifestación que no sea la misma Realidad que se autocontenga, ya sean cuerdas, partículas u otros elementos concretos. Según (A) estos elementos podrían existir de forma aparente, pero solo en segundo orden, no siendo esencia real.

(B)   R = ∃x
[ El enunciado B, la Realidad no está hecha de Realidad, nos dice que la Realidad está hecha de un elemento concreto, tangible. Lógica, coherencia u otros conceptos abstractos serían en este caso sinónimos de Realidad  y nos remitirían a A]

La Realidad (R) es un conjunto de concreciones con características definidas que percibimos y podemos medir.

R = { ∃x … } ⇒ R = n∃x
[ Si la Realidad es un conjunto de elementos concretos, entonces la Realidad es un un número determinado de concreciones ]

Pero si la Realidad está hecha de Realidad, estas concreciones son divisiones de la misma Realidad, y son elementos concretos en apariencia[1].

Si (A) ⇒∃x =   R/n
[ Si A es verdadera, entonces, un elemento concreto es la Realidad dividida[1] por una magnitud determinada ]

Si la Realidad no está hecha Realidad, el elemento substantivo debe tener una o más propiedades p que lo definan.

Si (B) ⇒ ∃x =   { p1 , p2 … pn }
[ Si B es verdadera, entonces un elemento concreto es el conjunto de ciertas propiedades que lo diferencian y determinan ]

La Realidad es todo lo que es, por lo que no puede haber ∃x fuera de ella.

R = ∀x por lo que ⌉∃x ∉ R o ⌉∃x ∉ ∀x

Las propiedades de un conjunto, si no son aritméticas o algebraicas, es decir que no son operaciones conceptuales definidas por la lógica, deben ser definidas fuera de mismo conjunto.

{ ∃x … }   = n{ p1 , p2 … pn } ⇒ (p := x)   ∉ { ∃x … }
[ Si un conjunto de elementos concretos es un conjunto de propiedades concretas, entonces la definición de dichas propiedades no puede estar en el conjunto de elementos concretos ]

Si la propiedad o propiedades que definen los elementos de la Realidad son externas a la misma Realidad se demuestra que (B) es falsa por entrar en conflicto con el axioma ⌉∃x ∉ R, dado que si la realidad es todo lo que “es”, aquello que no está en la realidad “no es”.

Si (B) p ∉ R
[ Si B es verdadera, las propiedades no-algebraicas de los elementos concretos están fuera de la realidad ]

Por lo que R = {R/n … }

Si de otra manera, la definición de   la propiedad p estuviera dentro de R, p sería reductible a R por R/n de todas formas en su estado esencial.

Si R = { ∃x … } + p ⇒ R = { R/n1 … } + R/n2
[ Si la Realidad es un conjunto de elementos concretos más la definición de sus propiedades, entonces cada elemento concreto y cada propiedad es una división[1] definida de la Realidad ]

Ya que cualquier elemento dentro de R no deja de ser otra cosa que una parte de R, por consiguiente a nivel base la Realidad debe estar compuesta de Realidad.

De este hecho aparentemente redundante, se derivan varias consecuencias que a medida que analicemos nos llevarán a niveles más cercanos y tangibles de la manifestaciones de la Realidad en que estamos. Por ejemplo, una única esencia implica que energía, materia y espacio-tiempo deben ser transmutables, y quizás sea está la solución al escurridizo enigma de la energía oscura.

Concluimos con la afirmación “La Realidad está hecha de Realidad”, por consiguiente, la realidad se autocontiene, es infinita y fractal.


Notas:

  1. ^ La aparente concreción de la Realidad sensible es definida por la concreción del sujeto que la percibe, es decir, nosotros. Al no ser indefinidos no podemos conocer la infinitud, y nuestra posición en la existencia es la que descuadra, y concreta aparentemente la Realidad. La concreción por tanto, más que una división de la realidad, es un desplazamiento específico de la indefinida unidad.   La naturaleza de este espejismo y cómo es posible nuestra existencia será tratado en profundidad en el artículo «El ser como producto de la posibilidad».

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